Pero qué rica está la pasta¡¡ es mi debilidad¡¡ ya tenía ganas de ponerme manos a la obra con pasta fresca y ayer estaba inspirada. Cogí mis moldes de Sorrentinos y allá que me puse con todo mi afán.
Mis Sorrentinos tienen su historia, vienen de allá de los mares, la receta me la dió mi "tía postiza" Marichelo. Allá por el año 90 viajé a Buenos Aires a ver a la familia, y visitando Mar del Plata una noche nos llevaron a cenar a una Trattoría Italiana (que yo no tenía ni idea de lo que era aquéllo, yo conocía las pizzerías de toda la vida y chispún¡¡) y nos dijeron que pidiésemos Sorrentinos, esta especie de mini naves espaciales, la verdad que nos encantaron a todos¡¡
Como buena gallega que es mi tía se puso a practicar en casa, lo más que podía perder era la masa y así hasta que logró sacar ella solita la receta para la pasta casera, y así que me la pasó a mí y me trajo los moldes para estos bonitos Sorrentinos.
Esta receta va dedicada a ella¡¡ Para que vea lo buena aprendiz que he salido¡¡ Un beso gordo si me estás leyendo¡¡